Microbiota intestinal: todo lo que necesitas saber

Existe un interés cada vez más creciente en la microbiota intestinal por su importancia en la regulación del metabolismo y de nuestro sistema inmunitario, e incluso del comportamiento humano. Por esa razón, nuestra especialista en Nutrición y Dietética, Isabel Morillo nos expone una visión fresca sobre el efecto que la microbiota tiene en nuestra salud.


¿Qué es la microbiota intestinal?

La microbiota intestinal está compuesta por una variedad microorganismos como bacterias, virus, arqueas, y protozoos que viven en simbiosis con los humanos, y desempeñan funciones clave para la salud:

  • Estimulan el sistema inmune, y actúan como una barrera frente a patógenos que podrían causar infecciones, manteniendo sano el revestimiento intestinal.
  • Contribuyen a la digestión y a la producción de energía partir de nutrientes y compuestos bioactivos de la dieta, y además metabolizan moléculas como los ácidos biliares o las hormonas sexuales.
  • Producen compuestos y moléculas necesarias como vitaminas K, y B12, aminoácidos esenciales (triptófano), neurotransmisores que influyen sobre el estado anímico (serotonina) y ácidos grasos de cadena corta. Estos ácidos grasos tienen funciones como la regulación de la saciedad, la distribución de las grasas, el control de la glucosa, la regulación de la inflamación y la nutrición de las células del epitelio intestinal. 

Para hacernos una idea de su importancia en nuestro cuerpo: entre 1- 2 kg de nuestro peso corresponden a las cerca de 1.000 especies que albergamos en el intestino.

Microbiota intestinal

La microbiota de cada ser humano es única, y su diversidad depende de factores genéticos, y ambientales (exposición bacteriana en el útero materno, tipo de parto, lactancia materna, estilo de alimentación, antibióticos, medicamentos, estrés, estilo de vida). 

Microbiota y salud

El equilibrio entre las diversas especies influye en nuestra salud, y una alteración o un cambio en la abundancia y composición de la microbiota intestinal (disbiosis), se asocia con una amplia variedad de trastornos y enfermedades relacionadas con procesos inflamatorios y con el deterioro de la integridad epitelial (obesidad, diabetes tipo 2, síndrome del intestino irritable, enfermedades cardiovasculares, depresión, Alzheimer, autismo, cáncer, etc.). La dieta, y otros factores externos, como la práctica de ejercicio, y el estilo de vida, pueden modular selectivamente la microbiota individual. 

Comida saludable en Clinique La Prairie

El consumo de dietas desequilibradas o poco saludables,  favorece la disbiosis ( y la endotoxemia). Por ejemplo, el seguimiento de la dieta “Paleo”, según la evidencia científica más reciente, está asociada con cambios en la microbiota que son perjudiciales para la salud cardiovascular y renal, pues están relacionados con el aumento de TMAO (N-óxido de trimetilamina).

Microbiota intestinal: clave en el envejecimiento saludable y en la longevidad

A medida que avanzamos en edad, se ha observado que aumenta la tendencia a la disbiosis intestinal; la abundancia y/o la diversidad bacteriana general tiende a disminuir, y ciertos grupos bacterianos asociados con el envejecimiento no saludable; como enteropatógenos que favorecen la inflamación crónica, prosperan.

Se ha observado que con la edad se produce:

  • Una disminución de bacterias comensales beneficiosas productoras de moco como Akkermansia muciniphila, y de otras bacterias productoras de metabolitos beneficiosos como los ácidos grasos de cadena corta. Estas bacterias controlan la colonización intestinal por parte de los comensales oportunistas o patógenos.
  • Un aumento de microorganismos comensales potencialmente proinflamatorios, y patógenos oportunistas.
  • Un deterioro de la barrera epitelial intestinal y aumento de la filtración de bacterias patógenas y endotoxinas a la circulación, lo que provoca una respuesta inflamatoria.

El envejecimiento, al igual que la obesidad y muchas enfermedades crónicas, se caracteriza biológicamente por la presencia de inflamación crónica de bajo grado. La inflamación es el resultado de una respuesta inmunitaria a una lesión o infección; es un mecanismo biológico normal para reparar el tejido dañado o destruir al causante del daño. Pero, si esta persiste durante un tiempo prolongado; los tejidos se dañan. Con la edad, disminuye la capacidad para resolver la inflamación eficientemente, lo que lleva a una infiltración sostenida de sustancias proinflamatorias.

Microbiota intestinal

Al dañarse el revestimiento intestinal, los microorganismos patógenos, y otros componentes bacterianos como las endotoxinas, pueden atravesar el epitelio, pasar a la circulación, y provocar inflamación sistémica, crónica y de bajo grado. Este estado de desequilibrio se llama endotoxemia metabólica, y es una de las consecuencias de la disbiosis. La disbiosis intestinal y la fuga de productos microbianos contribuyen al estado proinflamatorio crónico (inflamación), que afecta negativamente al sistema inmunológico y altera la eliminación de células mutantes y senescentes, y también podría contribuir a la pérdida de masa muscular.

Estos cambios disbióticos afectan a la metabolización de nutrientes y provocan un estado proinflamatorio, que podría ser causa o base de otras patologías, que afectan a la salud y la longevidad. Por lo tanto, las intervenciones nutricionales que alteran la composición de la microbiota intestinal podrían reducir la inflamación y rejuvenecer las funciones inmunes.

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