En Clinique La Prairie tuvimos el placer de conocer al profesor Walter Wahli, un científico pionero y reconocido en el campo de la nutrigenómica, quien compartió con nosotros su conocimiento y pasión por el genoma humano.
La nutrigenómica tiene en cuenta que, si bien nuestros estilos de vida y la alimentación (y su industrialización) se han desarrollado drásticamente a lo largo de los siglos, el genoma humano se ha mantenido prácticamente sin cambios. Así, nuestro genoma todavía está orientado a su «naturaleza salvadora», una característica que fue útil para nuestros antepasados, cuyos cuerpos necesitaban almacenar la mayor cantidad de energía posible, pero que ahora está profundamente fuera de sintonía con nuestras dietas modernas y estilos de vida cada vez más sedentarios.
La principal consecuencia de esto es una desregulación que puede conducir a la obesidad y patologías asociadas (hipertensión, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, etc.). La prevención de enfermedades mediante una nutrición personalizada es, por tanto, un tema de creciente actualidad.
Lo que comemos influye en nuestros genes
La nutrigenómica es una ciencia nutricional que utiliza tecnología genética para estudiar las interacciones entre los nutrientes y los genes responsables del equilibrio metabólico. “Por ejemplo, ciertos componentes (ácidos grasos, vitaminas, oligoelementos) ejercen un control directo sobre la expresión génica sin alterar la estructura genética. Otros ingredientes (folato, colina, vitaminas B12, B2 y B6) pueden inducir modificaciones epigenéticas que, aunque generalmente son reversibles, a veces son lo suficientemente estables como para pasar de una generación a la siguiente. También sabemos que ciertos oligoelementos, como el selenio, mejoran la fidelidad de la replicación del ADN y la resistencia al estrés oxidativo”.
Esta investigación científica es esencial para nuestro futuro. Su desarrollo hará de la nutrición una poderosa herramienta de salud, permitiéndonos elaborar recomendaciones dietéticas personalizadas. Teniendo en cuenta la enorme complejidad de la alimentación contemporánea, aportará claves sustanciales para una medicina preventiva basada en una nutrición ultrapersonalizada que tenga en cuenta la capacidad reguladora individual del genoma humano y pueda influir en su herencia genética. También nos permitirá participar en una acción terapéutica eficaz, combinando la nutrigenómica con la medicina basada en fármacos.
Además de los obvios beneficios para la salud, las contribuciones de esta nueva ciencia apasionante podrían tener un gran impacto en términos económicos y sociales. Introducen la posibilidad de diseñar dietas más efectivas para poblaciones desnutridas o envejecidas, junto con la cooperación en el campo de la farmacogenómica, lo que permite que los medicamentos se combinen mejor con los nutrientes de la dieta.
También deberían facilitar la introducción de nuevas generaciones de productos seguros en el mercado agroalimentario, a menudo en forma de combinaciones de ingredientes diseñados para optimizar determinadas funciones, ya sea en seres humanos, animales o plantas.
Basada en un enfoque holístico, la nutrigenómica es una verdadera revolución, que une la nutrición, la medicina, la biología, la ética, las ciencias humanas y la industria alimentaria y las convierte en catalizadores de la innovación científica y social. Sin duda, esto aumentará la conciencia individual de la evolución de los comportamientos relacionados con los alimentos.
La alimentación tiene una influencia muy importante sobre nuestros genes.
El profesor Wahli completó un doctorado en biología en Berna (Suiza), especializándose en biología celular y molecular. Trabajó en el Carnegie Institute en Baltimore, EE. UU., Seguido del National Institute of Health en Washington. De regreso en Suiza, es profesor en la Universidad de Lausana, donde también fue vicedecano de Investigación. Walter Wahli es también el fundador del » Centro de Genómica Integrativa » en la Universidad de Lausana.
Este renombrado científico fue uno de los miembros eminentes del Swiss Science and Technology Council y sigue siendo muy activo en el campo de la investigación en Suiza, la Unión Europea y Singapur, donde fue profesor durante varios años en una reconocida escuela de medicina. Puede descubrir sus artículos y su pasión por el genoma humano en muchas revistas científicas.