Una correcta nutrición a través de una alimentación sana nos permite envejecer con calidad, fortaleciendo el sistema inmunológico. Lo que comemos afecta al tiempo que vivimos y a la forma en que nos sentimos cada día.
La nutrición es el primero de los pilares que juega un papel preventivo en el mantenimiento de la salud y especialmente de nuestro sistema inmunológico. Con una dieta variada y rica se obtienen miles de fitoquímicos que actúan juntos para proporcionar protección contra la inflamación, el estrés oxidativo, un microbioma intestinal deficiente o un sistema inmunológico débil.
Una buena nutrición nos permite un envejecimiento saludable al reforzar el sistema inmunológico, proteger el cerebro, desempeñar un papel importante en la creación muscular y alimentar la piel, las articulaciones y los vasos sanguíneos.
¿Qué alimentos ayudan a estimular el sistema inmunológico?
1. Arándanos.
Los fitoquímicos presentes en los arándanos son bien conocidos por sus propiedades antioxidantes y antimicrobianas, que aumentan la inmunidad innata y la resistencia a las infecciones. Las proantocianidinas, un compuesto bioactivo de los arándanos, aumentan la respuesta inmune y pueden promover un envejecimiento saludable.
2. Granada.
Esta fruta es una fuente abundante de diversos compuestos bioactivos con numerosos efectos beneficiosos para la salud como son el ácido elágico, los elagitaninos, el ácido púnico, las antocianidinas, las antocianinas y las flavonas que parecen tener fuertes efectos terapéuticos. Las propiedades curativas de la granada incluyen efectos antioxidantes, antiinflamatorios y antitumorales.
3. Té verde.
Se ha demostrado que el té verde aumenta la longevidad y la resistencia al estrés, protegiendo contra los procesos oxidativos y la formación de tumores. El té verde contiene un aminoácido único, I-teanina, que según diversos estudios, gracias a sus propiedades antioxidantes, promueve la longevidad. Además, las catequinas polifenólicas del té verde tienen importantes bene cios para la salud, incluida la prevención de enfermedades neurodegenerativas y cardíacas.
4. Selenio.
Se trata de otro elemento crucial tanto para el sistema inmunitario natural como para el adquirido. Es un cofactor importante de selenoproteínas, importantes para regular la defensa inmune. Las principales fuentes de selenio son las nueces de Brasil, las ostras, los mejillones y las semillas.
5. Frutas y verduras de color naranja.
La batata, la calabaza, la papaya y el mango contienen altas cantidades de betacaroteno, un compuesto liposoluble que le da el color amarillo anaranjado a estos ingredientes. El betacaroteno es un precursor de la vitamina A, un inmunomodulador importante que mejora el mecanismo de defensa a través de la estimulación de las células inmunes, mostrando un importante efecto de estimulación inmunológica.
